Tanto el amor no correspondido como superar un desamor tienden a ser cuestiones sumamente difíciles, especialmente cuando sentíamos mucho amor por esa otra persona, incluso a pesar de que ésta no nos correspondiera de la misma forma.
El amor puede ser un sentimiento muy bonito y bello cuando la emoción es sana y somos correspondidos. Pero cuando no es así, ésta puede llegar a tornarse sumamente dolorosa.
Por este motivo, tal y como te expusimos en un anterior artículo, saber cómo superar una separación de pareja puede ser sumamente útil como ayuda para todas aquellas personas que estén pasando por este delicado y doloroso momento.
Pero cuando esa separación se produce en un divorcio, el dolor y el momento puede ser aún más duro. ¿Cómo superar un divorcio?.
Cómo superar un divorcio
Se estima que, cada año, unas 100.000 parejas se divorcian o se separan. Curiosamente un buen número de ellas tras finalizar el verano, o en épocas en que han pasado un tiempo de vacaciones.
En esos momentos, es precisamente cuando suele resultar particularmente útil conocer de qué manera podemos superar un divorcio, ya que conocer algunas estrategias o pautas básicas nos será de gran ayuda en unos momentos tan difíciles como estos.
En primer lugar, es de vital importancia tratar de marcar las distancias con esa otra persona para poder dedicarnos tiempo a nosotros mismos, algo que nos ayudará a sumergirnos interiormente con nuestro yo interior, para tratar así de descubrir cómo nos sentimos, qué pensamos realmente, así como tratar de comprender en qué hemos fallado y qué ha ocurrido.
En caso de que tengas hijos en común, sobretodo si éstos son pequeños, recuerda que las diferencias y disputas pueden hacerle muy mal, y ser sumamente negativo para su desarrollo. Por ello, es de vital importancia que siempre te esfuerces por hacer lo que sea mejor para el pequeño.
Tampoco es recomendable idealizar a la otra persona, ya que esto no nos ayudará en el proceso de recuperación para tratar de superar esa separación.
Es útil tratar no de saber nada de esa persona durante, al menos, unos días o semanas, e incluso limitarnos al mero hecho de estar juntos cuando el pequeño lo necesita y en las visitas o la custodia compartida.
Como sabes, el tiempo es sabio, y por algo tiende a decirse que “el tiempo pone las cosas en su sitio”. Sólo él te ayudará a ver las cosas mucho mejor, de manera más objetiva, y con perspectiva. Algo que te servirá positivamente servirá para saber cómo actuar de manera más precisa y certera.
En estos momentos, tus familiares y amigos son fundamentales. A ellos les puedes contar los motivos por los que la pareja pudo romperse, lo que te será doblemente ventajoso: por un lado, te darán su opinión, y por el otro te ayudará a liberarte y desahogarte.
Y recuerda que aunque la pareja se haya roto, este no es el fin. Siempre puedes seguir manteniendo una relación de amistad con esa otra persona, especialmente si tenéis hijos en común.
O algo aún mejor: conocer a otra que te permita volver a ser feliz. Pero no olvides que para ser antes feliz con otra persona, debes serlo primero contigo mismo.